La ansiedad del idioma extranjero generalmente se asocia con sentimientos de incomodidad al usar o aprender un segundo idioma. Uno podría pensar que este diagnóstico específico puede estar relacionado con personas que son proclives a alcanzar estados de ansiedad en diversas situaciones, pero este no es el caso. Según los psicólogos, se puede encontrar en individuos que no necesariamente sufren de ansiedad general. Cualquier escenario que involucre un segundo idioma puede desencadenar esta incomodidad. Simplemente escuchar un idioma no nativo tiene un efecto incómodo.
Hacer frente a la ansiedad
Hacer frente a esta ansiedad se consigue principalmente basándose en la confianza y la tranquilidad. Es importante reconocer los sentimientos que surgen en estas situaciones y recordarse a uno mismo que es normal sentirse un poco intimidado. Compartir la experiencia con otros puede equivaler a un grupo de apoyo. Relacionar el problema ayudará porque hay muchos otros que luchan con la misma dificultad. A su vez, será mucho más fácil aceptar las emociones.
Establecer metas
Otra raíz de la ansiedad es esperar demasiado. Los objetivos razonables deben establecerse en términos de hablar un idioma no nativo. No alcanzar la perfección deja a muchas personas frustradas y sin esperanza. Hay que tener en cuenta que es muy difícil, pero no imposible, hablar exactamente como un nativo, especialmente como adulto con tiempo limitado para concentrarse en el aprendizaje de idiomas. No hay que ser crítico con respecto a hablar con acento. Es algo que ocurre a menudo y no debe tomarse como algo grave, simplemente se deben aceptar estas diferencias y otras personas también lo harán.
No se puede lograr mucho sin una gran cantidad de elogios. Los beneficios de aprender a felicitarse por los logros actuales nunca deben subestimarse. Cada uno debe centrarse en lo que hace correctamente, en lugar de prestar demasiada atención a lo que se hace mal. Las posibilidades de mejora aumentan drásticamente cuando se recibe reconocimiento. Es bueno utilizar las habilidades actuales tanto como sea posible para reforzar la confianza en uno mismo.
Mantenerse positivo
Hay que reducir los pensamientos negativos y mantenerse positivos. Aunque siempre es bueno darse cuenta de las propias limitaciones, no se deben considerar como algo imposible de superar. Mantener una actitud positiva es crucial para lograr resultados y controlar la ansiedad. Cada acción que implique confianza reducirá el riesgo de crear una tensión desconcertante. Además, se recomienda, por supuesto, estar bien preparado para la tarea, lo cual mejorará la confianza inmensamente.
Técnicas de relajación
Por último, pero no menos importante, las técnicas de relajación rápida pueden ser muy efectivas. Por ejemplo, tensar el cuerpo durante 10 segundos y respirar profundamente durante 4 segundos dentro de un estiramiento de 3 a 5 minutos, libera la tensión que normalmente viene con la ansiedad. Como resultado, es bueno estar un poco nervioso, pero nunca hay que permitir que esos nervios lleguen a ser abrumadores.